jueves, 31 de mayo de 2012

PREDICAR EN SILENCIO.


Lo que hubiera podido decir Jesús, el día de la Visitación.

“Apenas encarnado, pedí a mi Madre que me llevara a la casa donde iba a nacer Juan, a fin de santificarlo antes de su nacimiento. Antes de nacer, ya trabajo en esta obra: la santificación de los hombres, y animo a mi Madre a trabajar conmigo. No es solamente a ella a quien animo a trabajar en la santificación de los demás: lo hago con todas las almas a quienes me doy. Un día diré a mis apóstoles: Predicad, y les entregaré su misión y les trazaré sus reglas.
Ahora digo a todas aquellas almas que me poseen y viven escondidas, pero que no han recibido la misión de predicar: santificad las almas, llevándome entre ellas en silencio. A las almas contemplativas, de vida escondida, que viven lejos del mundo, en soledad, les digo: trabajad como mi Madre, sin palabras, en silencio; ID a establecer vuestros  piadosos retiros en medio de aquellos que me ignoran; llevadme entre ellos y, levantando un altar, un tabernáculo, llevadles el Evangelio, no predicándolo por la boca, sino predicándolo por el ejemplo; no anunciándolo, pero sí viviéndolo. Santificad al mundo, llevadme al mundo, almas piadosas, almas escondidas y silenciosas, como María me llevó a Juan.”

                                                                       Beato CHARLES DE FOUCAULD
                                                                       Militar, explorador, sacerdote.
                                                                       Asesinado en el Sahara (1858 – 1916)

domingo, 27 de mayo de 2012

PENTECOSTÉS



 En 1976 dijo Pablo VI: “La Iglesia tiene necesidad de su perenne Pentecostés”. Y con un lenguaje muy intenso expresaba: “Necesita fuego en el corazón, palaras en los labios, profecía en la mirada. La Iglesia necesita ser templo del Espíritu Santo, necesita una pureza total, vida interior… Si, es del Espíritu Santo de lo que, sobre todo hoy, tiene necesidad la Iglesia. Decidle por tanto siempre: ¡Ven!”

En aquel discurso, el Papa llamaba la atención sobre un hecho: la Iglesia es posible por la presencia del Espíritu Santo. San Pablo, en la segunda lectura, nos recuerda su importancia tanto por la vida personal, como para la misma Iglesia. Cada uno de nosotros está unido a Dios por la acción del Espíritu Santo. Él es quien obra nuestra santificación. Al mismo tiempo,  Él da unidad a la Iglesia, formando un solo Cuerpo. De ahí esa gran maravilla de que siendo una solo iglesia haya pluralidad de dones y carismas. Porque el Espíritu manifiesta su poder y su bondad de múltiples forma. Cada uno pertenecemos a una misma realidad: la Iglesia y le somos indispensables y sin dejar de ser nosotros mismos, experimentamos la pertenencia a un organismo que no nos anula, sino que nos permite enriquecernos mutuamente según lo que la gracia obra en cada uno.



                                                                                                              David AMADO FERNÁNDEZ

viernes, 25 de mayo de 2012

CONFIAR ES ESPERAR


Somos capaces de admitir que Dios es nuestro Padre, que nos ha dicho aquello de “pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá” pero en la practica pronto caemos en la tentación de poner en duda estas promesas del Señor: pido una gracia especial y si no me la concede en breve tiempo mis dudas crecen, me canso enseguida de esperar y me asaltan al pensamiento las ideas de que Dios no querrá concedérmelo, de que son otros los planes que tiene sobre mi situación, etc. Y muchas veces la realidad es que el Señor quiere probar mi confianza en Él.
Ciertamente que nos ha prometido que escuchará nuestras plegarias pero no nos ha dicho como y cuando  nos lo va a conceder. El tiempo en la eternidad de Dios no existe y por lo tanto no tiene prisas; y quiere probarnos, para que sepamos nosotros hasta donde llega la verdad de nuestra confianza en Él.
Miremos el ejemplo de lo que hizo con Abraham, el llamado padre de los creyentes. Leamos el libro del Génesis, capítulo 15 y siguiente.
El Señor Dios hizo una alianza con Abraham, que no tenía descendencia y era ya anciano de 99 años y su mujer estéril de 90: serás padre de una multitud de pueblos. Al año siguiente Sara, su mujer, concibió un hijo: Isaac
Este era el heredero de la promesa de Dios a Abraham. Pero de nuevo quiso probar la confianza de Abraham y le ordenó sacrificar a su hijo Isaac. Podía pensar: aquí se acabó la promesa, pero siendo obediente, se puso a cumplir lo que el Señor le ordenaba. En el último momento Dios detuvo la mano para que no sacrificara a Isaac.
Isaac tenía 40 años, casado con Rebeca, también estéril, cuando tuvo dos hijos gemelos: Esaú y Jacob, de los que salieron dos pueblos numerosos y se cumplió la promesa.
Las prisas del tiempo,que en nosotros es breve, es la trampa en la que caemos, y admitimos la duda. Dios es eterno y por lo tanto el tiempo no cuenta en Él. Nosotros hemos de cambiar la forma de pensar en la limitación del tiempo y dejar que las cosas las haga Dios cuando quiera. Pero para esto hay que tener una confianza viva, que no se tambalee por los vientos pasajeros del tiempo.
Dios cumple siempre su promesa, no quieras marcarle el tiempo, el momento. Y di siempre: hágase su voluntad, cuando y como quieras.
Te aseguro que tendrás más paz en tu interior y no te equivocarás.

                                                                                  Tomás SANZ

martes, 22 de mayo de 2012

ORACIÓN DE UN ANTIGUO DROGADICTO


“Jesús, para mí, eres un maestro de escuela en mi vida. Eres mi camino. Eres mi Dios y mi Salvador. Eres Tú el que decide de mi camino. Te rezo en la Eucaristía. La señal de la cruz, la hago cada noche. Me levanto por la mañana y paso el dia entero en tu presencia. Eres mi hermano, eres mi padre. Eres mi amigo. Me has salvado de la muerte. Me has curado de la desesperanza. Un día, me dijiste: “Has caído, pues levántate y anda”. Me has dado la confianza, la alegría. Es mi historia de creyente, de bautizado. A veces, durante el día pienso enTí y te digo “Gracias”. La relación entre nosotros dos, es todo el tiempo. Jesús, te amo.”

                                                                                  PATRICK
                                                                       Rescatado de la droga y de la violencia,

LA ASCENCIÓN


Es significativo que el libro de los Hechos de los Apóstoles, que narra los inicios de la Iglesia, empiece con la ascensión de Jesús a los cielos. Por una parte, esta fiesta suscita en nosotros la nostalgia por el Señor que es glorificado a la derecha del Padre. Por otra, nos recuerda que la obra de Cristo ha de ser completada con la misión de la Iglesia. Jesús sube al cielo pero no abandona a los hombres..Por eso, Jesús ha capacitado a los Apóstoles y a los creyentes para construir el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Pero Jesús no solo encarga un trabajo sino que también da fuerza para cumplirlo y por eso promete el Espíritu Santo.

David AMADO FERNÁNDEZ

sábado, 19 de mayo de 2012

LAS ALAS DEL ÁGUILA.

Como el águila incita su nidada
revolando sobre los polluelos,
así extendió sus alas, los tomó
y los llevó sobre sus plumas.

Cántico: Beneficios de Dios para con su pueblo,    de Laudes del 19 de mayo



“Habéis visto por vosotros mismo como os he llevado sobre alas de águila” (Ex 19,4). La frase es hermosa pero merece alguna explicación. Es Dios que habla a su pueblo en el momento de concluir la Alianza en el Monte Sinaí. Y hay que haber vivido en el Sinaí, precisamente, para entender la alusión: los ornitólogos han observado allí la costumbre realmente particular de las águilas cuando enseñan a volar a sus polluelos.

A diferencia de numerosos pájaros que dejan a sus pequeños arreglársela solos, parece que los papas águilas vigilan su  progenitura describiendo amplios círculos en el espacio donde los aguiluchos se ejercitan. Cuando los pequeños se cansan, pueden descansar sobre las alas de sus atentos padres. Hasta el momento en que, por fin, los aguiluchos se sienten lo bastantes seguros para volar por sí solos.; lo que era la meta de la maniobra.

Un autor bíblico, inspirado por el Espíritu Santo, sin ninguna duda, ha tenido la magnifica idea de comparar a Dios con el águila: “El Señor encuentra a su pueblo en el desierto, en la soledad llena de aullidos salvajes: lo arropa, lo instruye, lo vigila como la niña de sus ojos. Es como el águila que anima a sus pequeñuelos. Planea encima de ellos, despliega sus alas, los coge y los lleva en sus alas” (Dt 32,10-11).

Lo que quiere decir que en el momento mismo de sellar la Alianza con su pueblo, Dios afirma que esa Alianza no será un estorbo, sino un camino de libertad. Se comprende mejor entonces por que el pueblo de Israel ama la Ley que le une a su Dios: sabe que forma parte de la enseñanza para volar.







                                                                                  Marie Noëlle THABUT

jueves, 17 de mayo de 2012

LA ASCENCIÓN

En el día de la ascención, oh Cristo Rey,
los ángeles y los hombres te aclaman:
"Tú eres santo, Señor, porque has descendido
y has salvado a Adán
al hombre hecho de polvo, del abismo de la muerte y des pecado,
y por tu santa ascención, oh Hijo de Dios,
los cielos y la tierra entran a gozar de la paz.
¡Gloria a aquel que ha sido enviado!"

La Iglesia ha viso a su Esposo en la gloria,
y ha olvidado los sufrimientos soportados en el Gólgota.
En lugar del peso de la cruz que llevaba,
es una nube luminosa la que lo lleva.
Y Él se levanta vestido de esplandor y majestad.

Un gran prodigiotiene lugar hoy en el monte de los Olivos:
¿Quien es capaz de decirlo?
Nuestro maestro había descendido buscando a Adán
y, despues de encontrar al que estaba perdido, lo trae sobre sus espaldas
y glorioso lo introduce en el cielo con él.

Vino y nos mostró que era Dios
se revistió de un cuerpo y nos mostró que era hombre;
descendió a los infiernos y manifestó aue había muerto;
subió y ha sido exaltado y nos ha mostrado cuan grande es.
¡Bendita sea su exaltación!

En el día de su nacimiento, María se alegra;
en el día de su muerte, la tierra tiembla;
en el día de su resurrección, el infierno se aflige;
en el día de su ascención, el cieo exulta.
¡Bendita sea su ascención!
                                                                      LITURGIA SIRIACA

jueves, 10 de mayo de 2012

JESUS EN LA CRUZ


 

No solamente la cruz, mas la misma figura
Que en ella tienes
Nos llama dulcemente a amor;
La cabeza tienes inclinada para oírnos
Y darnos besos de paz…
Los brazos tendidos, para abrazarnos;
Las manos agujeradas, para darnos tus bienes;
El costado abierto, para recibirnos en tus entrañas;
Los pies clavados, para esperarnos y para nunca poderte apartar de nosotros.
Cuando yo, mi buen Jesús, veo como de tu costado
Sale el hierro de la lanza,
Esa lanza es una saeta de amor que traspasa mi corazón,
Y de tal manera lo hiere que no deja en él
Nada que no penetre.
El costado abierto tienes para recibirnos en tus entrañas.
Todo me convida a amor, y sobre todo,
El amor interior me da voces que te ame
Y que nunca te olvido mi corazón.

                                                                      SAN JUAN DE ÁVILA
                                                                       (1499-1569) patrono del clero español.

lunes, 7 de mayo de 2012

PEDIR INVOCANDO EL NOMBRE DE JESÚS.



Entre todos los saludables consejos y divinos preceptos con los que el Señor orientó a su pueblo para la salvación, le enseñó también la manera de orar, y a su vez,  Él mismo nos instruyó y aconsejó sobre lo que teníamos que pedir. El que nos dio la vida nos enseñó también a orar para que fuésemos escuchados con más facilidad, al dirigirnos al Padre con la misma oración que el Hijo nos enseñó. ¿Qué oración más espiritual puede haber que la que nos fue dada por Cristo, por quien también nos fue enviado el Espíritu Santo, y qué plegaria más verdadera ante el Padre que la que brotó de labios del Hijo, que es la Verdad?
Oremos pues como Cristo, nuestro Maestro, nos enseñó. A Dios le resulta amiga y filial la oración que se le dirige con sus mismas palabras, la misma oración de Cristo que llega a sus oídos. Que El mismo que habita dentro del corazón sea el que resuene en la voz. Puesto que lo tenemos como abogado ante el Padre por nuestros pecados al pedir por nuestros delitos como pecadores, empleemos las mismas palabras de nuestro defensor, pues Él ha dicho: Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá.

                                                                                  San CIPRIANO
                                                                                  (210-258), obispo y mártir