sábado, 30 de marzo de 2013

DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS.



¡Alégrese el cielo, goce la tierra! Este día ha brillado para nosotros con el resplandor del sepulcro más que si resplandeciera con el sol. Oh luz bella, has revestido de súbita claridad a los que vivían en tinieblas y sombras de muerte. Porque al descender Cristo a los infiernos, su eterna noche ha resplandecido inmediatamente y han cesado los lamentos de los afligidos: las ataduras de los condenados se han roto y caído: los espíritus malignos se han sobrecogidos de estupor, abatidos por un trueno.

Desde que Cristo ha descendido, las sombras, ciegas en su negro silencio y encorvadas por el temor, murmuran entre sí: “¿Quién es este tan temible y resplandeciente de blancura? Jamás nuestro infierno ha recibido a otro semejante, jamás el mundo ha arrojado a otro semejante en nuestro abismo. Si fuera culpable no sería tan audaz. Si algún delito lo ennegreciera, jamás podría disipar nuestras tinieblas con su resplandor. Pero si es Dios ¿qué hace en la tumba? Si es hombre, ¿Cómo se atreve? Si es Dios, ¿por qué viene? Si es hombre, ¿Cómo libera a los cautivos?

¡Oh Cruz, que desbaratas nuestros placeres y provocas nuestra desdicha! El madero nos enriqueció y el madero nos arruina.


EUSEBIO EL GALICANO
Siglo V

viernes, 29 de marzo de 2013

LA HUMILDAD DE CRISTO.



Nosotros, los hombres queremos llegar a este puerto definitivo, a la patria del cielo, allí donde está Él que es, pero el océano de este mundo nos corta el camino. Para volver a esta patria, él que nos llama vino de allí, y escogió un madero para que pudiéramos atravesar el mar: sí, nadie puede atravesar el océano de este mundo si no es llevado por la cruz de Cristo. Incluso un ciego puede aferrarse a esta cruz; si no veis bien adonde vais, no la soltéis: ella misma os conducirá.

Si queréis vivir en espíritu de piedad, en el espíritu cristiano, sujetaos a Cristo. Descendió hasta nosotros haciéndose hombre para llevar a los enfermos, hacerles atravesar el mar y hacerles llegar a la patria donde ya no hay necesidad de barco porque ya no existe ningún océano que atravesar. Mejor sería no ver a través del espíritu al que es y abrazar la cruz de Cristo, que verle a través del espíritu y menospreciar la cruz. ¡Que podamos, para nuestra dicha, ver al mismo tiempo adónde vamos y agarrarnos a la nave que nos lleva! Algunos lo han conseguido, y le han visto. Estos, para llegar a lo que habían avistado de lejos, se sujetaron a la cruz de Cristo.

SAN AGUSTÍN.

jueves, 28 de marzo de 2013

JESÚS LAVA LOS PIES DE PEDRO.



Tenemos la Eucaristía para realizar con Cristo el paso de la vida terrenal, marcada por el peso del pecado, a la eterna. Y ese paso se realiza ya ahora cuando caminamos con Cristo y vivimos la caridad fraterna. Juan narra el lavatorio de los pies. Pedro se resiste porque prefiere anteponer su amor al Señor al que recibe de Él. Cristo lo corrige, solo el amor de Dios nos permite el salto a la vida eterna. No basta nuestra buena voluntad. Si Pedro quiere retener al Señor con una muestra de cariño, Jesús le reprende porque quiere arrastrarle junto a sí para siempre. Para ello es necesario dejarse amar por Dios: Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo. Una vez lavados por el bautismo, y manteniendo la unión con Cristo mediante la Eucaristía, debemos también caminar y ayudar a otros a hacerlo mediante la práctica del amor.


David AMADO FERNÁNDEZ

miércoles, 27 de marzo de 2013

LA CENA DE PASCUA.



Conocemos por los relatos evangélicos que Cristo oraba como oraba un judío creyente y fiel a la Ley. Que rezó las antiguas oraciones, que todavía hoy se rezan sobre el pan , el vino y los frutos de la tierra nos lo atestigua el relato de su última cena con sus discípulos, que estuvo dedicada al cumplimiento de uno de los sagrados deberes religiosos: a la solemne cena pascual, a la conmemoración de la liberación de la esclavitud de Egipto. Y precisamente esta cena nos ofrece la visión más profunda de la oración de Cristo y la clave para entender la oración de la Iglesia.

La bendición y la distribución del pan y del vino formaban parte del rito de la cena pascual, pero ambas reciben aquí un sentido completamente nuevo. Con ella comienza la vida de la Iglesia. Sin duda, será a partir de Pentecostés cuando aparezca abiertamente como comunidad llena de espíritu y visible. Pero es aquí, en la última Cena cundo tiene lugar el injerto de los sarmientos en la cepa que hace posible la efusión del Espíritu. Las antiguas oraciones de bendición se han convertido en boca de Cristo en palabra creadora de vida. Los frutos de la tierra se han convertido en su carne y su sangre, llenos de vida. La comida pascual de la Antigua Alianza se ha convertido en la comida pascual de la Nueva Alianza.


SANTA BENEDICTA DE LA CRUZ (Edith Stein).

domingo, 24 de marzo de 2013

LA TRAGEDIA DEL DIOS ESCONDIDO.




 

Este ECCE HOMO, pintado en 1654 por Philippe de Champaigne, es una visión trágica del mundo venidero en el que Dios se convierte en un “Dios escondido” que desaparece en las estructuras racionales y económicas que están desplazando a las que, hasta hace poco, manifestaban su presencia. Es una visión profética que se asoma, horrorizada, a los cimientos de la actual crisis religiosa: abandonado de sí mismo, el hombre camina a su antojo hasta que la evidencia de Dios se desvanece ante sus propios ojos. Es una visión dramática que no ofrece más alternativa que abandonar completamente a Dios, como entonces los apóstoles, con el fin de abrazar el mundo o dejar completamente el mundo con el fin de abrazar a Dios.

Este ECCE HOMO, arrojado al lienzo como un desafío lanzado al mundo que reivindica representar el único punto de vista posible para el hombre. En esta composición marcada por un austero clasicismo, donde la humanidad del rostro de Cristo nos impresiona profundamente. El autor arroja ante nuestros rostros esta admirable túnica carmesí que da a la pintura un aire casi sobrenatural. Ese pintor místico, en una mandorla de rojo sangre, da testimonio de que hasta el fin de los tiempos el “Dios escondido” nunca dejará de manifestar su gloria a los hombres que, como Él, dan la mayor prueba de amor: dar la vida por sus amigos (Jn 15, 13).

 

Pierre-Marie DUMONT.


jueves, 21 de marzo de 2013

ORACIÓN DE SANTO TOMAS DE AQUINO.

Que no desee nada que este fuera de ti. Dame llevar mi corazón hacia ti y, cuando peque, llorar mi falta con dolor, con un firme propósito de corregirme. Dame, Señor Dios, un corazón vigilante que no permita que ningún pensamiento de curiosidad me arrastre lejos de ti; un corazón noble al que ningún afecto indigno lo rebaje; un corazón recto al que ninguna intención equívoca desvíe; un corazón firme al que ninguna adversidad rompa; un corazón libre al que ninguna pasión violenta lo domine.
Concédeme, Señor, Dios mío, una inteligencia que te conozca, una atención que te busque, una sabiduría que te encuentre, una vida que te complazca, una perseverancia que te espere con confianza y una confianza que al fin te posea. Concédeme, a través de la penitencia, estar afligido por lo que tú has soportado, hacer servir, en el camino, los bienes que me has concedido por gracia, gozar de tus gozos sobre todo en la patria de tu gloria. A ti que, siendo Dios, vives y reinas por los siglos de los siglos.  Amén.

SANTO TOMÁS DE AQUINO    (1225 – 1274).

domingo, 17 de marzo de 2013

EL TERMINO 'ADÁM


 

Ese término hebreo aparece 550 veces en el Antiguo Testamento:

                                                           ´ADÁM.

Significa ante todo, el hombre, el ser humano. Criatura de Dios: Creó Dios al hombre, varón y hembra los creó y por lo mismo propiedad de Dios; diverso de los animales colocados siempre separados, porque es, no solo “tiene”, cuerpo material y alma espiritual. Creado a imagen y semejanza de su Creador, todo ser humano es, de algún modo, presencia de Dios rebajado de categoría (Dios no es hombre para que pueda mentir, ni hijo de hombre para volverse atrás) Núm 23, 19); sencillamente por ser criatura es distinto de su Creador y depende vitalmente de Él.

´Adám puede referirse a alguien tan concreto como el primer hombre, que es en la Biblia un personaje representativo, que lleva “incorporados” a todos sus descendientes. Adán, en este caso, se convierte en nombre propio de una persona (Gén 5, 1.3). la Biblia, que ama las etimologías relaciona ´Adám con ´adamáh = tierra, suelo laborable, terreno (los egipcios y luego los chinos ya decían que el primer hombre había sido formado de la tierra). Este ser llamado Adán no es abstracto: tiene un nombre concreto y pertenece a un pueblo concreto del que es comienzo y origen.

Curiosamente, el vocablo hebreo ´adám  no tiene plural, pero se usa también como colectivo: “todo hombre se embrutece con su saber (Jer. 10, 14), equivale a “la gente, las personas”. Y puede equivaler a un indefinido: “Alguien”, que, si va con una negación, es “nadie”.

La fórmula Hijo del hombre, que parece del gusto del libro del profeta Ezequiel (lo emplea 88 veces) tiene este matiz: el ser humano débil por naturaleza, el ser humano en cuanto que es precario y frágil, pequeño ante Dios: ¿Por qué temes al hijo del hombre que es como hierba? (Is 51, 12).

¿Qué más? Que el primer pecado humano dio, entre otros frutos, el de la maldición de la ´adamáh y el trabajo fatigoso: Maldita será la tierra por tu causa (Gén 3,17). Pero a pesar de nuestra pequeñez y nuestros pecados, o precisamente por ellos, el Señor nos ama y nos ha dado el dominio de la creación. El Dios lejano disfruta entre nosotros y se hizo como nosotros, Hijo del Hombre.

 

Manuel IGLESIAS  S.J.

 

martes, 12 de marzo de 2013

CHINA. LA DEVOCIÓN A MARÍA.

En China, María es modelo de la fe. Los que la conocen encuentran en Ella una experiencia de vida cercana a cada uno de ellos. En toda China, hay muchos santuarios marianos, esto es una señal de su fe y aceptación de María. Especialmente después de la carta de Benedicto XVI dirigida a los fieles chinos y su elección de María Auxiliadora como el día de la oración universal de la iglesia en China, el patronazgo nacional mariano se ha convertido en algo especialmente significativo y esperanzador. El santuario de Cesan, próximo a Shangai es un lugar especial que une espiritualmente a los católicos chinos. Es precisamente en las proximidades de este santuario donde fue recientemente retenido (arrestado) el nuevo obispo auxiliar de Shangai, Thaddeus Ma Daqin, que en el momento de acción de gracias por su ordenación episcopal (7 de julio de 2012) ha declarado abiertamente su renuncia a todos sus derechos y sus deberes en el seno de las asociaciones patrióticas dirigidas por el partido comunista, para centrarse únicamente en sus responsabilidades de pastor.
Desde esta momento el santuario de Cesan es, aun más, un lugar de oración para la iglesia perseguida.

Czeslaw WOJCIECHOWSKI         China.

domingo, 10 de marzo de 2013

EL HIJO PRÓDIGO, EL HIJO MAYOR.



En esa parábola descubrimos la bondad insondable del corazón de Dios que está abierto totalmente a sus hijos, pero que siempre se resiste a dejar de tratarlos como tales, aún al precio de perderlos. Dios no quiere que nos comportemos como autómata, sino que seamos conscientes de nuestra condición de hijos. Solo así se realiza en nosotros su paternidad. Como muestra el texto, vivir esa filiación nos resulta difícil. Ha señalado Benedicto XVI : “Los dos hijos representan dos modos inmaduros de relacionarse con Dios : la rebelión y una obediencia infantil. Ambas formas se superan a través de la experiencia de la misericordia. Solo experimentando el perdón, reconociendo que somos amados con un amor gratuito mayor que nuestra miseria, pero también mayor que nuestra justicia, entramos por fin en una relación verdaderamente filial y libre con Dios.

Podemos identificarnos con cualquiera de los dos hermanos. Uno se aleja del Padre porque ve una amenaza para su libertad. Sin embargo, emprendiendo su propio proyecto se abandona al pecado. La dilapidación de sus bienes y su posterior humillación (cuidando cerdos y pasando hambre) nos indica que todo pecado implica siempre una pérdida de humanidad.  De la misma manera, el hermano mayor que permanece en la casa del padre vive oprimido, aunque sea solo por sus propios miedos. De ahí que se siente incapacitado para la fiesta.  La suya es una religiosidad triste hecha de obligaciones y desconocedora de la alegría que supone estar junto a Dios.

Miedo sentía el hijo pequeño  a no ser protagonista de su vida y por eso se fue; y también fue el miedo a arriesgarse a una relación más plena con su padre lo que redujo al hermano mayor a una especie de servidumbre resentida. Largo fue el camino que hizo el joven para alejarse, y no menos costoso fue emprender el retorno.  Pero sabe que su padre no puede tratarle mal. Esa certidumbre es mayor que en su hermano, que se empeña en establecer con su padre una relación de justicia que, en definitiva, niega todo lo que este le ha dado.

Dios no reserva la felicidad para quienes pecan mucho, sino que la quiere para todos. Con un pequeño paso, con entrar en la casa se puede participar de una alegría inmensa y gozar del retorno de quien se había perdido.


David AMADO FERNÁNDEZ

miércoles, 6 de marzo de 2013

SECRETO DE LA LONGEVIDAD



Cuando sus bodas de palisandro, celebrando sesenta y cinco años de matrimonio, e interrogados sobre el secreto de la longevidad de esa unión, esas personas contestaron: “Hemos nacido en un mundo que, cuando algo se rompe, no se tira. Se arregla.”
En nuestra época tenemos el sentimiento de que nada dura. Empezando por nuestro electrodomésticos. ¿Dónde están las lavadoras de nuestras abuelas, los corta-césped y los coches eternos de nuestros abuelos? Hoy todos esos aparatos a duras penas pasan del quinquenal. Esos defectos son buscados por los fabricantes y esa obsolescencia programada mantiene la demanda y la supervivencia de la sociedad de consumo. En cuanto un aparato no funciona, se tira y se compra otro. La mentalidad  nuestra del “todo, enseguida” está a la inversa de la mentalidad de aquel matrimonio. Las fábricas sacan a golpe de publicidad modelos no siempre mejorados pero distintos que hacen que el modelo anterior aparece come antiguado. Los móviles, ordenadores y juegos electrónicos en cabeza.
Todo eso parece como la crónica de una muerte anunciada. Es un despilfarro material y también humano, pues esa mentalidad se introduce en todos los dominios de la vida. Ya no solucionamos los problemas, los eliminamos. Y los matrimonios siguen ese desgraciado esquema. Las inevitables crisis conyugales se asimilan a un defecto de fabricación: directamente a la basura, sin preaviso ni tentativa de reconciliación. Porque todo tiene que ser siempre perfecto.
 ¿Debemos aprender a arreglar, a consolidar, a durar? Total: amar hasta las imperfecciones.

Anne-Dauphine JULLIAND