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Cristo se ha
manifestado ahora una sola vez, en la plenitud de los tiempos, para la
destrucción del pecado mediante su sacrificio (Hb 9,26). Pero no se trata
de "hechos" desnudos; tienen una razón de ser, un "porqué"
que constituye como el alma de estos hechos : el amor. La Eucaristía nace del
amor, todo se explica con este motivo: porque nos ama; Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y victima de
suave aroma (Ef 5, 2). He aquí la mejor descripción del origen y de la
esencia de la eucaristía. Ésta aparece ante nosotros como obra y don de toda la
Trinidad; toda la Trinidad está implicada en la institución de la Eucaristía:
el Hijo se ofrece a sí mismo, el Padre a quien el Hijo se ofrece y el Espíritu
Santo en el cual se ofrece. (Hb 9, 14).
POR ÉL, CON ÉL Y EN ÉL .
Toda la Trinidad participa en el sacrificio del que nace la
Eucaristía, no solo Jesús. Esto nos ayuda a corregir una idea errónea que
podemos haber concebido con respeto al Padre. Una determinada corriente
cultural moderna intenta, de forma necia y sacrílega, trasladar a Dios Padre
algunos prejuicios que el psicoanálisis ha hecho familiares en relación con el
padre terreno. De este modo, mientras el Hijo muere en la cruz, se imagina al
Padre impasible en lo alto del cielo, o dispuesto incluso a recibir la ofrenda
de su sangre. Un Padre que solamente recibe y no se da, que reclama la sangre
de su propio Hijo como precio del rescate, no podría más que inspirar miedo y
repulsión. Pero está es una representación totalmente equivocada. San Pablo
dice que el Padre no perdonó ni a su
propio Hijo, antes bien, le entregó por todos nosotros (Rm 8, 32. )Por todos
nosotros: aquí está la clave para
comprenderlo todo. Si el Padre se complace en el sacrificio del Hijo, es porque
éste le ha devuelto "todos los hijos que estaban dispersos", porque
le permite realizar su más grande voluntad que es "que todos los hombres
se salven" el Padre ama a Jesús con
un amor tan desmesurado porque él se ha sacrificado por los hermanos; no
simplemente porque se ha sacrificado, sino porque se ha sacrificado por los
hermanos; si se ha complacido en el sacrificio del Hijo es porque éste le
ha permitido tener misericordia con el mundo.
RANIERO CANTALAMESSA