sábado, 31 de octubre de 2015

JESÚS, PONIENDO SOBRE ÉL SU MIRADA, LE AMÓ.


 

Dios te mira, seas quien seas. Y te llama por tu nombre. Te ve y te comprende, Él que te ha hecho. Todo lo que hay en ti, lo sabe: todos tus sentimientos, tus pensamientos, tus inclinaciones, tus gustos, tu fuerza y tu debilidad. No es solamente porque formas parte de su creación, Él que se preocupa incluso de los gorriones, sino porque tú eres un hombre rescatado y santificado, su hijo adoptivo, gozando en parte de esta gloria y de esta bendición que eternamente derrama sobre el Hijo único.

Tú has sido escogido para ser su propiedad. Tú eres uno de aquellos por quienes Cristo ofreció al Padre su última plegaria y la selló con su sangre preciosa. ¡qué pensamiento tan sublime, un pensamiento casi demasiado grande para nuestra fe!  Cuando nos detenemos a reflexionar en ello, ¿Cómo no reaccionar como Sara, que se rio de asombro ante tan gran maravilla y, al mismo tiempo, de confusión?  ¿Qué es el hombre, quienes somos nosotros, quien soy yo, para que el Hijo de Dios se acuerde tanto de nosotros? ¿Quién soy yo para que me haya renovado totalmente y para que haga de mi corazón su morada?

 

Beato JOHN HENRY NEWMAN

1801  -  1890.

jueves, 22 de octubre de 2015

DICHOSOS LOS QUE ESCUCHAN.


 



La redención del género humano es una decisión tomada en el silencio eterno de la vida interior de Dios. y la encarnación del Salvador se realizó en la oscuridad de une casa silenciosa de Nazaret, cuando la fuerza del Espíritu Santo descendió sobre la Virgen silenciosa, solitaria  y orante. Luego, reunida en torno a la Virgen silenciosa, la Iglesia naciente, en oración, esperaba la nueve efusión del Espíritu que le había sido prometido para darle vida, darle claridad interior, fecundidad y eficacia.

En este diálogo silencioso entre los seres benditos de Dios y su Señor se preparan los acontecimientos de la historia de la Iglesia, visibles de lejos, que renuevan la faz de la tierra. La Virgen, que guardaba todas los cosas dichas por el Señor en su corazón, prefigura a las almas atentas en las que sin cesar renace la oración sacerdotal de Jesús.

 

Santa TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ, Edith Stein

 

1891  -  1942.

 

lunes, 19 de octubre de 2015

TERESA DE JESÚS.


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 Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor.

 

 La vida es una mala noche en una mala posada.

 

 La verdad padece, peo no perece.

 

 Si Satanás pudiera amar, dejaría d ser malvado.

 

Tristeza y melancolía no las quiero en casa mia.

 

Solo amor es el que da valor a todas las cosas.

 

Vivir sin vivir en mí, y tan alta vida espero que muero porque no muero.

 

En la cruz está la ida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo.

 

Todo el daño nos viene de no tener puesto los ojos en Vos, que si no mirasemos otra cosa que el camino, pronto llegaríamos.

 

Fuiste por amor criada hermosa, ella, y ainsi en mis entrañas pintada, si te pierdes, mi amada alma, buscarte has en mí.

 

Para mí, lo oración es un impulso del corazón,

Una sencilla mirada al cielo,

Un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías.

 

Tener gran confianza...

Quiere Su Majestad y es amigo de ánimas animosas,

 

 

Dios o ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos, mas no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo.

 

Quizás no sabemos qué es amar, y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear en todo a Dios y procurar, en cuanto pudiéramos, no ofenderle.

 

La única razón que encuentro para vivir es sufrir¸ y eso es lo único que pido para mí.

 

La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así es el entendimiento del hombre.

 

Darse del todo al Todo, sin hacernos partes.

 

De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.

 

Lee y conducirás, no leas y serás conducido.

 

El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.

 

Sin un corazón lleno de amor y sin unas manos generosas, es imposible curar a un hombre enfermo de su soledad.

 

No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor.

 

El que no sirve para servir, no sirve para vivir.

 

Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta.

 

SANTA TERESA DE JESÚS.

 

domingo, 11 de octubre de 2015

FIJAROS BIEN EN CÓMO ESCUCHÁIS.


 
Escucha en silencio. Porque tu corazón está lleno de mil cosas, no puedes escuchar la voz de Dios. Pero desde el momento en que te pones a la escucha de la palabra de Dios en tu corazón pacificado, éste se llena de Dios. Esto requiere muchos sacrificios. Si pensamos, si queremos orar, es necesario prepararnos para ello. Sin darle largas. Aquí no se trata sino de las primeras etapas hacia la oración, pero, si no las llevamos a cabo con determinación, jamás llegaremos a la última etapa, la presencia de Dios.

Por eso el aprendizaje debe ser perfecto desde el comienzo: escucha a Dios en tu corazón; y en el silencio del corazón, Dios habla. Después, de la plenitud de lo que hay en el corazón, Dios habla. Aquí se obra la coherencia. En el silencia del corazón, Dios habla y sólo tenemos que escucharle. Después, una vez que tu corazón entra en la plenitud porque se encuentra lleno de Dios, lleno de amor, lleno de compasión, lleno de fe, tiene la boca de qué hablar. Acuérdate, antes de hablar, de que es necesario escuchar, y solamente así, desde lo más profundo de un corazón abierto, puedes hablar y Dios te escucha.

 

Beata Teresa DE CALCUTA

(1910  -  1997)

miércoles, 7 de octubre de 2015

LAS REVELACIONES PRIVADAS.




 

Las revelaciones privadas no son base de fe teologal. Por tanto, la fe se contamina y debilita cuando uno se apoya en ellas, en vez de apoyarse solamente en la Palabra de Dios y en la fe de la Iglesia católica. Para los que deseen aprovecharse de ellas, la norma a seguir podrías ser la que da San Pablo: El que profetiza habla a los hombres para su edificación, exhortación y consolación. En cuanto a los profetas, hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y como norma de discernimiento, san Juan de la Cruz valora enormemente la razón sana, o sentido común iluminada por la fe teologal.

En conclusión: acoger con gratitud el buen efecto que producen tales comunicaciones cuando son de Dios, sobre todo el aumento de fe y amor a Dios y al prójimo; pero no embarazarse con ellas, porque entonces impedirían la unión con Dios en la fe pura y amor generoso.

 

Marcelino IRAGUI REDÍN

(Hacia Dios en la noche)

jueves, 1 de octubre de 2015

POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL.




 

El requerimiento de Nuestro Señor de que oremos en su nombre tiene un significado profundo. Después de cada una de las plegarias eucarísticas ofrecemos todos estos ruegos: POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL.  A través de Él podemos pedir cualquier gracia necesaria para nosotros mismos, como si fuera para Cristo mismo. Es más: sabemos que Cristo mismo pide por nosotros y con nosotros. Él nos ha dicho: en verdad, os digo, si pedís al Padre cualquier cosa en mi nombre, Él os la concederá. Ningún pecado, ninguna vergüenza nos deberá hacer vacilar en aproximarnos a Dios con la oración.

Si Cristo participa así en nuestras oraciones y obras, nosotros también participamos en las suyas. Nuestra unión con Jesucristo es de tal índole que, mientras no la quebrantemos por el pecado voluntario, podemos siempre reclamar una parte de sus méritos, pues todos somos un Cuerpo en Cristo. Por tanto, por muy desvalidos o desanimados que sean nuestros intentos de oración, con que sólo hagamos su voluntad y nos pongamos de rodilla a su merced, podemos contar con una gran participación en su oración. Él está a la derecha de Dios, intercediendo por nosotros.

 

Eugène BOYLAN.