¡Qué bien se está contigo, Señor,
junto al sagrario!
Qué bien se está contigo. ¿Por
qué no vendré más?
Hace ya muchos años que vengo a
diario
y aquí te encuentro siempre –
Amor solitario –
solo, pobre, escondido, ¡pensando
en mí quizás!
Tú no me dices nada ni yo te digo
nada;
si Tú lo sabes todo ¿qué voy a
decirte?
Sabes todas mis penas, todas mis
alegrías,
sabes que vengo a verte con las
manos vacías
y que no tengo nada que te pueda
servir.
Siempre que vengo a verte.
siempre te encuentro solo :
¿Será, Señor, que nadie sabe que
estás aquí?
No sé, pero sé, en cambio, que
aunque nadie viniera
aunque nadie te amara ni te lo agradecería,
aquí estarías siempre esperándome
a mí…
¿Por qué no vendré más
¡ qué ciego estoy, qué ciego!
Si sé por experiencia que cuando
a Ti me llego
Siempre vuelvo cambiado. Siempre
salgo mejor.
¿A dónde voy, Dios mío,
Cuando a mi Dios no vengo?
¡Si Tú me esperas siempre!
Si a ti siempre te tengo,
Si jamás me has cerrado las
puertas de tu Amor.
Juana CAROU
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