lunes, 21 de septiembre de 2015

LA MOTA Y LA VIGA.


 

 

El Señor nos pone en estado de alerta contra el juicio temerario e injusto. Él quiere que actuemos con un corazón sencillo y que solo a Dios dirijamos nuestra mirada. Puesto que el verdadero móvil de muchas acciones se nos escapa¸ sería temerario hacer juicio sobre ellas. Los que más prontamente y de manera temeraria juzgan y censuran a los demás son los que prefieren condenar antes que corregir y conducir al bien¸ y esto denota orgullo y mezquindad. Un hombre, por ejemplo, peca por cólera, y tú le reprendes con odio.

La misma distancia hay entre la cólera y el odio que entre la mota y la viga. El odio es una cólera inveterada que, con el tiempo, ha tomado esta gran dimensión y que, justamente, merece el nombre de viga. Puede ocurrirte que te encolerices deseando corregir, pero el odio no corrige jamás.

 Primeramente aparta lejos de ti el odio, y después podrás corregir al que amas.

 

San AGUSTIN

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario