S. Lucas señala en el evangelio
que también Juan había enseñado a orar a sus discípulos. Donde surge un
personaje religioso excepcional se da esa petición, porque el hombre siempre
desea comunicarse con el cielo para que éste actúe en la tierra. En Jesucristo,
Dios y hombre verdadero se da esa comunicación de forma perfecta. También Él
nos va a enseñar un nuevo modo de orar que nos permite comunicarnos de una
forma más cercana con Dios. Jesús nos introduce en la intimidad de Dios, y lo
que expresamos en la oración tiene su fundamento en que él es el Hijo y en que
nos ha reconciliado con Dios por su muerte y resurrección.
Ha señalado Benedicto XVI: “Sabemos
bien que la oración no se debe dar por descontada: hace falta aprender a orar,
casi adquiriendo siempre de nuevo este arte; incluso quienes van muy adelantados
en la vida espiritual sienten siempre la necesidad de entrar en la escuela de
Jesús para aprender a orar con autenticidad”. Constantemente vemos que surgen
grupos y escuelas de oración. Es ésta una experiencia que se repite a lo largo
de la historia y que nace de la búsqueda de mayor proximidad con Dios. Por ello
continuadamente hemos de volver a Jesús, para aprender a tratar a Dios como Padre.
Dice S. Agustín que todas nuestras peticiones, si son verdaderas, se encuentran
ya en el Padrenuestro, por ello, hemos de aprender a pronunciarlo
identificándonos cada vez más con el Corazón de Cristo.
Abrahán también ora
intercediendo por una ciudad que va a ser destruida. Dice el Papa anterior: “Abrahán
está prestando su voz, pero también su corazón, a la voluntad divina: el deseo
de Dios es misericordia, amor y voluntad de salvación, y este deseo de Dios ha
encontrado en Abrahán y en su oración la posibilidad de manifestarse de modo
concreto en la historia de los hombres para estar presente donde hay necesidad
de gracia”.
David AMADO FERNÁNDEZ
Amiga Chantal:¡Qué gran regalo es el Bautismo que nos permite entrar en la intimidad de Dios!
ResponderEliminarTenemos que aspirar a la santidad porque Dios es Santo; y, el fundamento de nuestra santidad consiste en dar al Padre el culto debido; y la Oración es el medio básico para comunicarnos con Dios.
Condicionados por nuestra criaturidad, sólo podemos llegar hasta Él a través de Jesucristo, Intermediario entre Dios y los hombres.
La Virgen tambien es buena Intercesora.
Señor, haznos dignos de conocer una pizca del Misterio de tu Encarnación; a fin de entender un poco mejor los secretos del Corazón de Dios!
¡El Verbo se hizo carne, a fin de divinizar nuestra carne!¡¡Señor, a poco que reflexionemos nos encontramos con tu Amor infinito y con la certeza de nuestra salvación!!
Chantal, te deseo ,una vez más, un feliz y santo verano, en compañía de tus hijos. Besos para todos.MªJosé/Rosadeabril.