Guardémonos de perder toda
esperanza, pero evitemos igualmente ceder a la indolencia. La desesperanza
impide levantarse al que ha caído y la indolencia hace caer al que está de pie.
Si la presunción nos precipita de lo alto de los cielos, la desesperanza nos
precipita en el abismo infinito del mal, mientras que es suficiente un poco de
esperanza para arrancarnos de él. Así es como Ninive fue salvada. Sin embargo,
la sentencia divina pronunciada contra los ninivitas era desconcertante, pues
no decía: “Si os arrepentís, seréis salvados”, sino simplemente: “Todavía tres días y Ninive será destruida”.
Pero ni las amenazas del Señor, ni los requerimientos del profeta, ni la
severidad de la sentencia hicieron doblegar la confianza del pueblo en la
salvación.
Dios quiere que saquemos una
lección sin condiciones de esta sentencia de manera que, instruidos por este
ejemplo, resistamos a la desesperación como a la pasividad. Además la
benevolencia divina no se manifiesta solamente a través del perdón concedido a
los ninivitas arrepentidos: el tiempo concedido atestigua igualmente una bondad
inexpresable. ¿Pensáis que tres días habrían podido bastar para borrar tanta
iniquidad? La misericordia de Dios estalla detrás de estas palabras. Que el
ejemplo de Ninive nos preserve de toda
desesperación , pues el diablo la considera como su arma más eficaz: incluso
pecando no le daríamos mayor gusto que perdiendo la esperanza.
San JUAN CRISÓSTOMO.
Querida Amiga:´"Los ninivitas se levantarán en el Juicio y condenarán a esta generación, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás y aquí hay uno que es más que Jonás" (Lc11,32) Estas palabras de Jesús están llenas de amargura. Los ninivitas habian pecado; pero llegó Jonás y lo creyeron : hicieron penitencia y cambiaron de vida; y, muchos hijos de Israel,no solo han rechazado a un profeta sino al propio Hijo de Dios. El pecado del orgullo no permite creer en Dios , aceptar su Palabra, seguir su Ley.Hoy, como entonces, el pecado en forma de discordias y de odios entre las naciones, cubre el mundo y despedazan a la Iglesia. Y, mientras el hombre, desde su libertad, se aleja voluntariamente de Dios, el Señor no deja de llamarlo una y otra vez...Los caminos de Dios son caminos de Amor infinito., Él invita al hombre a participar de su vida divina; pero los caminos del hombre pecador,siempre se oponen a Dios y siempre disminuyen al hombre.Dios también está en el corazón del hombre pecador,pero no está presente en él como Padre, como Huésped, como Trinidad; el hombre, creado para ser templo del Espíritu Santo, se hace incapaz de vivir en comunidad con las Tres Personas divinas y obliga a Dios a romper toda relación de amistad con el hombre.La oración y la unión a Cristo y a la Virgen, nuestra querida Madre y la mediación de nuestro Ángel de la Guarda nos ayudarán a vencer al Demonio,él jamás puede doblegar nuestra voluntad. Oración y agua bendita, hacen que el diablo se tambalee. Santa Teresa de Jesús decía que le molesta tanto el agua bendita que si ha sido exorcizado una vez ya no vuelve. Un beso. MªJosé
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