La redención del género humano es
una decisión tomada en el silencio eterno de la vida interior de Dios. y la
encarnación del Salvador se realizó en la oscuridad de une casa silenciosa de
Nazaret, cuando la fuerza del Espíritu Santo descendió sobre la Virgen
silenciosa, solitaria y orante. Luego,
reunida en torno a la Virgen silenciosa, la Iglesia naciente, en oración,
esperaba la nueve efusión del Espíritu que le había sido prometido para darle
vida, darle claridad interior, fecundidad y eficacia.
En este diálogo silencioso entre
los seres benditos de Dios y su Señor se preparan los acontecimientos de la
historia de la Iglesia, visibles de lejos, que renuevan la faz de la tierra. La
Virgen, que guardaba todas los cosas dichas por el Señor en su corazón, prefigura
a las almas atentas en las que sin cesar renace la oración sacerdotal de Jesús.
Santa TERESA BENEDICTA DE LA
CRUZ, Edith Stein
1891 -
1942.
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