Avanza con simplicidad en los caminos del Señor, y no te preocupes.
Detesta tus defectos, sí, pero tranquilamente, sin agitación ni inquietud.
Debemos tener paciencia con ellos, y sacar provecho de ellos gracias a una
santa humildad. Si te falta la paciencia, tus imperfecciones, en lugar de
desaparecer, no harán más que crecer. Porque no hay nada que refuerce tanto
nuestros defectos como la inquietud y la obsesión por liberarse de ellos.
Cultiva tu viña de común acuerdo con Jesús. Tuya es la tarea de quitar
las piedras y arrancar la cizaña. Pertenece a Jesús la tarea de sembrar, plantar, cultivar y regar. Pero incluso en tu trabajo, es también él quien obra. Porque sin Cristo, no podrías hacer nada.
San PÍO DE PIETRELCINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario