Adoración de los Reyes... poderosos de la tierra humillan sus cabezas
ante la humilde cuna de un Niño... Oro, incienso y mirra venido de Oriente...
Ansiedad en los corazones. Polvo de los caminos recorridos de noche, guiados
por una estrella. ¿Dónde está aquel que ha nacido?... Han pasado veinte
siglos... Almas que también recorren los caminos de la tierra como los Magos
de Oriente, siguen preguntando al pasar: ¿Habéis visto al que ama mi o/mo.?También ahora es una estrella de luz la que va
iluminando nuestro camino; nos lleva a la humildad de un portal, y nos muestra
aquello que nos ha hecho salir fuera de los muros de la ciudad. Nos enseña a un Dios, que siendo dueño de
todo, de todo carece. Al creador de la luz y calor del sol, padeciendo frío...
Al que viene al mundo por amor a los hombres, de los hombres olvidado.
También
ahora como entonces, hay almas que buscan a Dios... Mas, por desgracia, no
todos llegan a encontrarlo; no todos miran a la estrella que es la fe, ni se
atreven a adentrarse en esos caminos que conducen a él, que son la humildad, el
renunciamiento, el sacrificio y casi siempre la Cruz.
Cuando esta noche en el coro, me acordaba, sin yo quererlo, de mis
días infantiles, de mi casa... de los Reyes..., mis hábitos blancos me decían
otra cosa... También yo, como los Magos, vine a buscar un portal... Ya no soy
niño, a quien hay que dar juguetes. Las ilusiones ahora son más grandes y no
son de esta vida... Las ilusiones del mundo, como juguetes de niño, hacen feliz cuando se esperan..., después, todo es cartón. Ilusiones del cielo... ilusión que dura la vida y que después no defrauda. ¡Qué contentos volverían los Magos después de haber visto a Dios! Yo
también le veré..., no hay más que esperar un poco. Pronto llegará la mañana y con ella la luz. ¡Qué feliz será el despertar!
San Rafael Arnaiz Barón
Joven monje tropeóse, uno de los grandes
místicos del siglo XX. Sus numerosos escritos se han difundido ampliamente.
Fue canonizado en el año 2009
(1911-1938).
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