Si vuestra fe fuera como un grano de mostaza, nada os sería imposible.
Todo lo podemos por la oración:
si no recibimos, es que hemos tenido poca fe o que hemos orado poco, o que
sería malo para nosotros que nuestra petición fuera atendida, o que Dios nos da
algo mejor que lo que hemos pedido. Pera jamás dejaremos de recibir lo que pedimos
por ser la cosa demasiado difícil de obtener: Nada os sería imposible.
No dudemos en pedir a Dios,
incluso las cosas más difíciles, como es la conversión de grandes pecadores, de
pueblos enteros. Pidámosle, pues, incluso aquellas cosas con la certeza de que
Dios nos ama apasionadamente y que cuanto mayor es el don más desea hacerlo el que ama
apasionadamente. Pero pidámoslo con fe, con insistencia, con constancia, con amor,
con buena voluntad. Y estemos seguros de que, si pedimos así y con mucha
constancia, seremos escuchados y recibiremos la gracia pedida y una todavía
mejor. Pidamos con osadía a nuestro Señor las cosas más imposibles de alcanzar
cuando son para su gloria, y estemos seguros de que su Corazón nos las
concederá tanto más cuanto parecen humanamente imposibles; porque dar lo
imposible al que ama es agradable a su Corazón n, ¡Y cuanto nos ama Él!
Beato CARLOS DE FOUCAULD
(1858 – 1916)
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