Hay frases que escuchamos tan a
menudo que, al final, las asumimos sin ninguna crítica y pasan a ser carne d
nuestra carne, pensamiento de nuestro pensamiento, una de ellas es: Soy cristiano pero no practicante. Me
la recuerdan a menudo los jóvenes que vienen a solicitar matrimonio por la Iglesia
o las parejas que desean bautizar a su hijo, cuando, tratando de ayudarles a
celebrar el sacramento, les pregunto sobre el sentido de su petición.
Tal frase suena como si me
dijeran: Soy discípulo de Jesús pero por libre y a mi modo, cogiendo lo que me
interesa. Yo tengo mi propia fe y mis sentimientos, me sobran los encuentros
que tienen los cristianos los domingos, paso de la Iglesia... en definitiva, me
sobra todo, menos lo que a mí me interesa. Y lo que ahora me interesa ya sabes
qué es : que aceptes la pantomima que vamos a hacer de casarnos por la Iglesia
o de introducir a nuestro hijo en la Iglesia, de la que nosotros pasamos
olímpicamente.
Algo parecido sucede en lo que se
refiere a la Eucaristía. Muchos cristianos, a los que cuestiono su ausencia sistemática
en la eucaristías, suelen responder: Soy
cristiano, no practicante. ¿Es que se puede ser cristiano sin la
Eucaristía?
- pues, no. ¿Tú crees que podemos
ser discípulos de Jesús sin el mandamiento del amor? Pues hay otro que nace
también de la voluntad expresa del Galileo: el mandamiento de que sus
seguidores nos reunamos para celebrar la Eucaristía. Porque... la Eucaristía no
es un invento de la Iglesia, sino una página que procede expresamente de Jesús
en la Cena, que no podemos arrancar a nuestro libre albedrío.
Por favor, tú no caigas en la trampa de este
sofisticado invento. Es una frase tonta y sinsentido, creada probablemente para
justificar alguna situación injustificable. Ningún cristiano medianamente
lúcido puede pronunciarla, aplicándosela a sí mismo. Se puede decir: " Soy un cristiano inconsecuente con mi
fe", o "soy un cristiano abandonado y con necesidad de
convertirme" o "soy un cristiano que no ha llegado a comprender el
sentido de los Sacramentos, en particular la Eucaristía" o "soy un cristiano
en búsqueda...
Pero decir "soy un cristiano no practicante"
con convicción y autosuficiencia, es de una estupidez mayúscula, e implica
arrancar una de las páginas más importantes del evangelio. Es uno de los
múltiples cachondeos que nos hemos inventado para justificar un cristianismo
vulgar y vacío. Amigo/a, intenta vivir tu fe con mediana elegancia, sin
engañarte, sin justificar tus actitudes o conducta, sin manipular el Evangelio.
Juan JAUREGUI
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