Del deseo de ser
alabado, líbrame, Jesús.
Del deseo de ser honrado,
líbrame, Jesús.
Del deseo de ser
aplaudido, líbrame, Jesús.
Del deseo de ser
preferido a otros, líbrame, Jesús.
Del deseo de ser
consultado, líbrame, Jesús.
Del deseo de ser
aceptado, líbrame, Jesús.
Del temor de ser
humillado, líbrame, Jesús.
Del temor de ser
despreciado, líbrame, Jesús.
Del temor de ser
reprendido, líbrame, Jesús
Del temor de ser
calumniado, líbrame, Jesús.
Del temor de ser
olvidado, líbrame, Jesús.
Del temor de ser puesto
en ridículo, líbrame, Jesús
Del temor de ser
injuriado, líbrame, Jesús.
Del temor de ser
juzgado con malicia, líbrame, Jesús.
Que otros crezcan en la
opinión del mundo, y yo disminuya, Jesús dame la gracia de desearlo.
Que otros sean alabados
y de mí no se haga caso, Jesús, dame la gracia de desearlo.
Que otros sean
empleados en cargos y a mí se me juzgué inútil, Jesús, dame la gracia de
desearlo.
Que otros sean
preferidos a mí en todo, Jesús, dame la gracia de desearlo.
Que
los demás sean más santos que yo, con tal que yo sea todo lo santo que pueda,
Jesús, dame la gracia de desearlo
Cardenal
MERRY DEL VAL
Escogido
de San Bernardo.
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