Jesús salió de Israel: Saliendo de allí, Jesús entró en la región de Tiro, nombre que quiere decir la alianza de las naciones. Con el fin de que, entre la gente de este
territorio, los que creían pudieran ser salvados cuando salieran. En efecto,
presta atención a estas palabras: Una mujer, una cananea, venida de estos territorios, empezó a gritar
diciendo: «Ten piedad de mí, Señor,
de David; mi hija está atormentada por un demonio». A mi parecer, si no hubiera salido de
estos territorios, no habría podido acercarse a Jesús con estos gritos que
brotan de una
gran fe, como
él mismo lo testimonió.
«Según
la proporción de nuestra fe», salimos del territorio de las naciones paganas...
Ciertamente hay que creer que cada uno de nosotros, cuando peca, se encuentra
en el territorio de Tiro o de Sidón, o del Faraón y de Egipto, o bien de
cualquier país extranjero a la herencia de Dios. Pero cuando el pecador se
aleja del mal, volviendo al bien, sale de estos territorios donde ha reinado
el pecado y se apresura hacia los territorios que pertenecen a Dios...
Observa también este tipo de acercamiento de Jesús hacia la mujer de
Canaán, ya que parece dirigirse hacia la región de Tiro y de Sidón... Las
personas justas están destinadas al reino de los cielos y a su ensalzamiento en
el reino de Dios, pero los pecadores están destinados a la bajeza de su
maldad...
La cananea, dejando estos territorios,
dejaba esta disposición al decaimiento, a la maldad, cuando daba gritos y
decía: Ten piedad de mí. Señor, hijo de David... Todas las curaciones que Jesús hizo, como
los evangelistas las contaron, se efectuaron entonces para que los que las
vieran tuvieran fe. Pero estos acontecimientos son solo el símbolo de todo lo
que sucede por el poder de Jesús, porque no hay época donde lo que se escribe
no se realiza, exactamente del mismo modo.
Orígenes
Asceta y gran teólogo, lleva a su apogeo
la escuela de Alejandría y sufre diversos tormentos en la persecución de Decio
(1857-253).
No hay comentarios:
Publicar un comentario