Todos experimentamos el ardiente deseo del cielo, allí donde se encuentra Dios. Pues bien, desde ahora está en poder de todos nosotros estar en el cielo con él, ser felices con él desde este mismo instante. Esta felicidad inmediata con él quiere decir: amar como él ama, ayudar como él ayuda, dar como él da, servir como él sirve, socorrer como él socorre, permanecer con él todas las horas del día, y tocar su mismo ser presente detrás del rostro de la aflicción humana.
Santa
Teresa de Calcuta
Fundadora
de las Hermanas Misioneras de la Caridad (1910-1997).
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