¿Cómo es que rara vez nos parece experimentar el fruto de la oración?
Tenemos la impresión de que salimos de la oración igual que hemos entrado,
nadie nos responde una palabra, ni nos da lo que hemos pedido, tenemos la
sensación de haber trabajado en vano. Pero ¿qué es lo que dice el Señor en el
evangelio? No
juzguéis por las apariencias, sino tened un juicio justo; y ¿qué es un juicio justo sino un juicio
de fe? Porque el
justo vive de la fe. Sigue,
pues, el juicio de la fe, que es más seguro que el de tu experiencia, porque la
fe no engaña, mientras que la experiencia puede inducirnos al error.
Y ¿cuál es la verdad de la fe sino la que el mismo Hijo de Dios nos
promete?: Cualquier
cosa que pidáis en la oración, creed que os la han concedido y la obtendréis. Así pues, hermanos, ¡que ninguno de
vosotros tenga en poco su oración! Porque, os lo aseguro, aquel a quien ella se
dirige no la tiene en poca cosa; incluso antes de que ella haya salido de
vuestra boca, él la ha escrito en su libro. Sin la menor duda podemos estar
seguros de que Dios nos concede lo que pedimos, aunque sea dándonos algo que él
sabe que es mucho más ventajoso para nosotros. Porque nosotros no sabemos pedir como es debido.
San Bernardo
Nace en Dijon, Francia; fue monje
cisterciense y gran autor espiritual. Es doctor de la Iglesia (1090-1153).
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