jueves, 9 de febrero de 2012

OFRECER DONES IMPERFECTOS.

El temor que uno tiene a mirarse a los ojos puede tener otro origen.
Une persona me dijo: “Se me hacía difícil ofrecer al Señor mi ira y mi rencor porque yo quería seleccionar el presente que le haría. Me hacía tan feliz ofrecerle mi paciencia, mi cariño a los demás, mi amor… me hacía sentir tan orgullosa…quería elegir unos zapatos hermosos con los que salir a su encuentro. Él me mostró los zapatos que tenía preparados: eran feos, usados, pero me ajustaban a la perfección, de suerte que podía caminar y aún correr hacia Él con facilidad. Así que me puse los zapatos, le ofrecí mis dones: le presente mi ira y mi rencor”.

                                                                                  Pierre WOLFF
¿Puedo yo odiar a Dios? Ed. Desclée de Brouwer, colección “Caminos”.

1 comentario:

  1. Querida Chantal: Enhorabuena por haberte decidido a escribir tu Blog. Tu primera aparición ya me da qué pensar, y te felicito por el acierto que has tenido al ofrecernos este tema tan oportuno para empezar a preparar la Cuaresma:
    A veces nos olvidamos que sólo somos pobres criaturas y sufrimos cuando queremos ofrecer algo a Dios. El Señor mismo, ha procurado revelar a sus escogidos que, en su impotencia de tributar gloria a Dios, debían ofrecerle"sus nadas". A Santa Margarita María de Alacoque, muchas veces le dijo Jesús que le ofreciera las plegarias y los sufrimientos de su Corazón, para compensar la impotencia de su amor.A una religiosa de la Visitación, fue el mismo Señor quién le enseñó esta Oración para que la repitiera a menudo:"Padre Eterno,te ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las nuestras.Y, a Santa Faustina Kowalska, Jesús le enseñó unas oraciones cortitas para ella y para que las enseñara a toda la Humanidad; y,al día de hoy ,en muchos hogares, a las tres de la tarde, se reza la Coronilla de la Misericordia para expiar nuestros propios pecados y los del mundo entero. ¡Alabado sea Jecucristo!

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