jueves, 21 de junio de 2012

SED PERFECTOS


En esto reconocemos que estamos en Dios: si en Él somos perfectos. Aquí Juan quiere decir: perfectos en el amor. ¿Cuál es la perfección del amor?  Amar a nuestros enemigos
Y amarlos hasta tal punto que lleguen a ser nuestros hermanos. En efecto, nuestro amor no debe ser un amor según la carne. Ama, pues, a tus enemigos deseando que sean tus hermanos; ama  tus enemigos de manera que se sientan llamados a vivir en comunión contigo.
Así amó aquel que, colgado de la cruz, decía: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. A través de una oración cargada de misericordia y de un gran poder, quería arrancarlos de la muerte eterna. Por otra parte, muchos de ellos creyeron y fueron perdonados por haber hecho derramar la sangre de Cristo, se la hicieron derramar encarnizándose contra él; al creer, la bebieron. En esto reconocemos que estamos en Él, si en Él somos perfectos. El Señor nos invita a esta perfección de amor hacia los enemigos cuando dice: Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

                                                                                  SAN AGUSTÍN

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