miércoles, 7 de octubre de 2015

LAS REVELACIONES PRIVADAS.




 

Las revelaciones privadas no son base de fe teologal. Por tanto, la fe se contamina y debilita cuando uno se apoya en ellas, en vez de apoyarse solamente en la Palabra de Dios y en la fe de la Iglesia católica. Para los que deseen aprovecharse de ellas, la norma a seguir podrías ser la que da San Pablo: El que profetiza habla a los hombres para su edificación, exhortación y consolación. En cuanto a los profetas, hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y como norma de discernimiento, san Juan de la Cruz valora enormemente la razón sana, o sentido común iluminada por la fe teologal.

En conclusión: acoger con gratitud el buen efecto que producen tales comunicaciones cuando son de Dios, sobre todo el aumento de fe y amor a Dios y al prójimo; pero no embarazarse con ellas, porque entonces impedirían la unión con Dios en la fe pura y amor generoso.

 

Marcelino IRAGUI REDÍN

(Hacia Dios en la noche)

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