domingo, 16 de junio de 2013

LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO.


La Sabiduría.

No es, en realidad, otra cosa que el amor que saborea, gusta y experimenta cuan suave y dulce es Dios.

El entendimiento.

Es el amor atento a considerar y penetrar la belleza de las verdades de la fe, para conocer por medio de ellas a Dios en Sí mismo, y después descendiendo de ellas, considerarlo en las criaturas.

La ciencia.

Por el contrario es el mismo amor que nos ayuda y mueve a conocernos a nosotros mismos y a las criaturas, para hacernos subir a un perfecto conocimiento del servicio que a Dios debemos.

El consejo.

Es asimismo el amor en cuanto nos hace cuidadosos, santos y hábiles para elegir bien los medios propios para servir a Dios santamente.

La fortaleza.

Es el amor que aliento y anima el corazón para ejecutar lo que el consejo ha determinado debe ser hecho.

La piedad.

Es el amor que endulza el trabajo y nos inclina a emplearnos cordial y agradablemente y con filial afecto en las obras que agradan a Dios, nuestro Padre.

El temor.

No es otra cosa que el amor en cuanto nos hace huir y evitar lo que desagrada a la Majestad divina.

 

Jacques PHILIPPE.

 

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