domingo, 8 de diciembre de 2013

LA CEGUERA DE LOS HOMBRES.


 “Cuando creé a Adán, le di el don de poderme ver

y por ese don establecerse en  la dignidad

de los ángeles…

Con sus ojos corporales veía todo lo que yo había creado

Pero también con los ojos de la inteligencia veía mi rostro,

Me veía a mí, que soy su Creador.

Contemplaba mi gloria

y conversaba conmigo en todo momento.

Pero cuando transgrediendo mi mandato, saboreó el árbol,

se volvió ciego,

y  cayó en la oscuridad de la muerte.

Pero me apiadé de él y vine de lo alto.

Yo, el absolutamente invisible,

compartí con él la opacidad de la carne.

recibiendo de la carne un principio,

llegué a ser hombre y fui visto por todos.

 

¿Por qué, pues, acepté hacer todo esto?

Porque la verdadera razón de haber creado a Adán es ésta:

Que me pudiera ver.

 

No podía soportar estar en la gloria divina

y abandonar a los que había creado con mis manos;

Por eso, me hice en todo semejante a los hombres,

corpóreo con los corpóreos

y me uní voluntariamente a ellos.

 

Ves cual es mi deseo de ser visto por los hombres…

¿Cómo puedes decir que me escondo de ti,

Que no me dejo ver?

En verdad yo brillo, pero tú no me miras.

 

San SIMÓN EL NUEVO TEÓLOGO

(Monje ortodoxo,  949 – 1022)

 

1 comentario:

  1. Claro que San Simón el monje, deseaba con toda su alma "ver" a Dios; pero él sabía que Dios está en otra dimensión y, los mortales no lo podemos ver si no es a través de Jesucristo, Rostro del Padre.De todas las maneras, lo importante es que Él sea feliz viéndonos a nosotros y derramando sobre cada uno las bendiciones que sabe que necesitamos para que no tengamos tropiezos que nos impidan llegar a sus Brazos.

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