domingo, 9 de marzo de 2014

LA NECESIDAD DE "SER".


 

Una de las necesidades más imperiosas en el hombre es la de su identidad: tenemos necesidad de saber quiénes somos, de existir a nuestros propios ojos y a los de los demás. Todos vivimos una “falta de ser”, extremamente profunda. Tan arraigado es ese deseo de identidad que puede conducir a aberraciones: algo que constatamos especialmente hoy en día en hombres y mujeres (jóvenes la mayoría) que son capaces de presentar la apariencia más inverosímil por el simple hecho de existir ante ellos mismos y ante los demás según unos modelos propuestos por el ambiente cultural o los criterios de una moda cambiante con lo que se identifican. Los medios de comunicación son el vehículo que difunde este aluvión de modelos: el joven y dinámico ejecutivo, el futbolista de la selección, la top-model, o el amo del barrio…

En un plano superficial, con frecuencia esta necesidad tiende a saciarse con el “TENER”, con la posesión de bienes materiales o con determinado estilo exterior de vida: me identifico con mis bienes, mi aspecto físico, mi moto, mi yate…se produce entonces una terrible confusión al pretender colmar la necesidad de “SER” con el “TENER.” Tras haber vivido algún tiempo como los reyes de la fiesta, de repente se encuentran devueltos a un terrible soledad.

En un plano algo más elevado, se busca satisfacer la necesidad de ser a través de la adquisición y el ejercicio de ciertos talentos (deportivos, artísticos o intelectuales) . aunque a primera vista parece un medio mejor que el anterior, hay que estar atentos al peligro de confundir el “SER” con el “HACER”, identificando a la persona con el conjunto de sus talentos o aptitudes. ¿Y si pierdo mis facultades? Y si acabo mis días en una silla de rueda? Y ¿si pierdo la memoria a raíz de un accidente?   ¿Qué seré yo entonces?

 
Jacques  PHILIPPE

 

(SEGUIRÁ)

 

 

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