domingo, 28 de septiembre de 2014

DESATAR EN LA TIERRA


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El otro día, un periodista me hizo una curiosa pregunta: “¿Incluso usted tiene que confesarse? –Sí, me confieso cada semana. “Entonces Dios tiene que ser muy exigente si hasta usted tiene que confesarse.” – Seguro que su hijo a veces se equivoca. Y ¿qué ocurre cuando viene y le dice : Papá, lo siento?, ¿qué hace usted?  Lo rodea con sus brazos y lo besa. ¿Por qué? Pues porque esa es su manera de decirle que le ama.
Dios hace lo mismo. Nos ama tiernamente. Por lo tanto, cuando pecamos o cometemos un error, lo que debemos hacer es servirnos de eso para acercarnos más a Dios. Digámosle humildemente : “Sé que no debería haber hecho esto, pero incluso esta falta te la ofrezco”. Si hemos pecado o cometido un error, digámosle : “lo siento, me arrepiento” Dios es un Padre que perdona. Su clemencia es mayor que nuestros pecados. Él nos perdonará.
 
Beata Teresa DE CALCUTA.
 

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