miércoles, 29 de octubre de 2014

POR ÉL, CON ÉL, EN ÉL.


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Cristo se ha manifestado ahora una sola vez, en la plenitud de los tiempos, para la destrucción del pecado mediante su sacrificio (Hb 9,26). Pero no se trata de "hechos" desnudos; tienen una razón de ser, un "porqué" que constituye como el alma de estos hechos : el amor. La Eucaristía nace del amor, todo se explica con este motivo: porque nos ama; Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y victima de suave aroma (Ef 5, 2). He aquí la mejor descripción del origen y de la esencia de la eucaristía. Ésta aparece ante nosotros como obra y don de toda la Trinidad; toda la Trinidad está implicada en la institución de la Eucaristía: el Hijo se ofrece a sí mismo, el Padre a quien el Hijo se ofrece y el Espíritu Santo en el cual se ofrece. (Hb 9, 14). POR ÉL, CON ÉL Y EN ÉL .

Toda la Trinidad participa en el sacrificio del que nace la Eucaristía, no solo Jesús. Esto nos ayuda a corregir una idea errónea que podemos haber concebido con respeto al Padre. Una determinada corriente cultural moderna intenta, de forma necia y sacrílega, trasladar a Dios Padre algunos prejuicios que el psicoanálisis ha hecho familiares en relación con el padre terreno. De este modo, mientras el Hijo muere en la cruz, se imagina al Padre impasible en lo alto del cielo, o dispuesto incluso a recibir la ofrenda de su sangre. Un Padre que solamente recibe y no se da, que reclama la sangre de su propio Hijo como precio del rescate, no podría más que inspirar miedo y repulsión. Pero está es una representación totalmente equivocada. San Pablo dice que el Padre no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien, le entregó por todos nosotros (Rm 8, 32. )Por todos nosotros:  aquí está la clave para comprenderlo todo. Si el Padre se complace en el sacrificio del Hijo, es porque éste le ha devuelto "todos los hijos que estaban dispersos", porque le permite realizar su más grande voluntad que es "que todos los hombres se  salven" el Padre ama a Jesús con un amor tan desmesurado porque él se ha sacrificado por los hermanos; no simplemente porque se ha sacrificado, sino porque se ha sacrificado por los hermanos; si se ha complacido en el sacrificio del Hijo es porque éste le ha permitido tener misericordia con el mundo.

 

RANIERO CANTALAMESSA

 

 

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