martes, 14 de noviembre de 2017

EL ÁNGEL CUSTODIO TE TRAE LA MISERICORDIA DE DIOS.


Vosotros veréis subir y bajar a los ángeles sobre el Hijo del Hombre. Estos dichosos espíritus suben por la ley de la contemplación de Dios, y descienden para cuidar de nosotros y para guardarnos en todos nues­tros caminos. Suben hacia Dios para alegrarse en su presencia; y descienden hacia nosotros para obedecer sus órdenes, pues les ha pedido cuidar de nosotros. Sin embargo, descendiendo a nosotros, no son privados en un punto de la gloria que les da la felicidad, pues ellos ven siempre el rostro del Padre.

Cuando suben a la contemplación de Dios, buscan la Verdad en quien están sin interrupción por el deseo, y lo que desean siempre es la posesión. Cuando descien­den, ejercen hacia nosotros la misericordia, guardándo­nos en todos nuestros caminos. Estos dichosos espíritus son los ministros de Dios que nos han sido enviados para ayudarnos, y en esta misión no es a Dios a quien rinden servicio, sino a nosotros. Ellos imitan así la humil­dad del Hijo de Dios, que no vino a ser servido, sino a servir, y que vivió en medio de sus discípulos como si él fuera su servidor. La utilidad que los ángeles sacan siguiendo su camino es su propia felicidad y la perfec­ción de la obediencia en la caridad; y lo que nosotros recogeremos es la recepción de la gracia de Dios y la ventaja de ser guardados por ellos en nuestros caminos.

San Bernardo

Nace en Dijon, Francia; fue monje cisterciense y gran autor espiritual. Es doctor de la Iglesia (1090-1153).

 

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