¿ QUÉ VAN A COMER ?

¿Con qué compraremos panes para que coman estos? nos abre los ojos  para que no intentemos reducir la respuesta a una solución técnica, a los problemas que nos encontramos. Aun cuando ésta fuera posible, no sería suficiente. Porque Jesús no solo va a saciar el hambre física de aquellas personas, sino que va a ofrecer un alimento que comunica la verdadera vida. De hecho, todas nuestras accciones, si están movidas por la caridad tienen un valor y una eficacia que trasciende el resultado exterior. Jesús manda que la gente se siente, Se nos dice que había mucha hierba. El  detalle contrapone la escena al ambiente árido del desierto donde los israelitas recibieron el maná porque ahora el alimento va a ser distinto. Entonces el alimento les fue dado para que puedan continuar el camino hacia la Tierra Prometida, mientras el milagro de hoy prefigura la Eucaristía, que es anticipo de la vida eterna. Esto es signo de que es un alimento que ha de ser saboreado, porque no solo comunica fuerza, sino que en él está la vida misma. Podemos aprender aqui la importancia de prepararnos para la comunión y de irnos acomodando a ella durante toda la celebración de la Eucaristía para poder mejor gustar toda la dulzura que el Señor nos comunica en ella. Si nos damos cuenta en todo momento de que no estamos ante la mera materia, sino que siempre es signo de quien la ha creado, ello nos llevará a una relación diferente con las cosas y sobre todo, con las personas.