miércoles, 30 de abril de 2014

LA MISERICORDIA.


 
La misericordia de Dios es su mayor atributo porque es la suma y la esencia de su Poder, de su Sabiduría y de su Bondad. Es la convergencia de esos tres atributos.

La misericordia nos ha sido revelada plenamente en Jesucristo, sin embargo es preciso que lo entendamos correctamente. La misericordia no es la compasión, no es el paso libre para “pecar descaradamente” porque sabemos que al final, podemos librarnos. Como veremos, la misericordia no elimina el castigo, sino al contrario, asegura que cada castigo servirá de remedio misericordioso. “Misericordia y justicia son inseparables: la justicia sin misericordia es crueldad, la misericordia sin justicia es desintegración”, dice Santo Tomás de Aquino.

La misericordia no anula la justicia, sino más bien la trasciende y convierte al pecador en un justo llevándolo al arrepentimiento y a la apertura al Espíritu Santo.

 

Scout HAHN

Señor, ten piedad.

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