jueves, 20 de diciembre de 2012

LA HUMILDAD EN EL SERVICIO


El servicio expresa otra característica del ágape divino: la humildad. Las palabras de Jesús: debéis lavaros los pies unos a otros significan debéis ofreceros recíprocamente los servicios de una humilde caridad. Caridad y humildad,  unidas, forman el servicio evangélico. Jesús dijo una vez : Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón (Mt. 11, 29). Pero ¿Qué ha hecho Jesús para definirse “humilde”? ¿Acaso se ha menospreciado a sí mismo, o ha hablado de forma modesta sobre su persona? Todo lo contrario. En el mismo episodio del lavatorio de los pies, él dice ser “Maestro y Señor” (Jn 13, 13). ¿Qué ha hecho, pues, para definirse “humilde”? Se ha rebajado, ha descendido para servir. Desde el momento de la encarnación no ha hecho otra cosa más que descender, descender hasta ese punto extremo, en que lo vemos de rodilla, lavando los pies a los Apóstoles. ¡Como debieron estremecerse los ángeles al ver semejante despojamiento al Hijo de Dios, sobre el que ellos ni siquiera se atreven a fijar su mirada (1 P.1, 12)!  ¡El Creador está de rodillas ante la criatura! Entendida de este modo – es decir como un despojarse, humillarse para servir – la humildad es verdaderamente la vía regia para asemejarse a Dios y para imitar la eucaristía de nuestra vida.
El fruto de esta meditación debería ser una revisión valiente de nuestra vida (hábitos, tareas, empleo y distribución del tiempo) para ver si es realmente un servicio y si, en este servicio, hay amor y humildad.

Raniero CANTALAMESSA 


1 comentario:

  1. Mi buena Amiga Chantal:¡Vaya artículo! Me vas a permitir que ponga un poco de teología y, estaremos de nuevo ante el Ágape dvino: un hecho histórico, como el que protagonizó Jesús en el Cenáculo,sólo lo puede hacer Dios que sólo se Amor sin mezcla de egoísmo, ni de soberbia ,ni deseos de sobresalir por su bondad , ni cualquier otro tipo de ostentación. Lo hizo Jesús porque era Dios y Hombre verdaderos y lo hizo para darnos ejemplo y para probarnos que es Padre.
    Nuestra vocación , por aquello de que Amor con amor se paga, ha de ser de servicio incondicional a los Planes de Salvación del Padre, desde nuestra criaturidad.Tenemos que ser humildes, pero con humildad desinteresada...¡no hay porque ponerse a los pies de la mesa para que te den la cabecera..! Humildad es reconocer que nada tenemos, que todo nos lo da Dios.

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