domingo, 23 de noviembre de 2014

EL TEMOR DE DIOS.


 
El salmo 127 nos habla del temor de Dios, que no consiste en tener miedo. Frente al miedo, que paraliza, el temor nos hace darnos cuenta de nuestra pequeñez y de la grandeza de Dios, que se inclina hacia nosotros y nos regala sus bienes. El temor nos lleva a ser cuidadosos con lo que hemos recibido y a emplearlo adecuadamente, como en la parábola de los talentos, y consientes siempre de que su misericordia es inmerecida, gratuita.
 
David AMADO  FERNÁNDEZ
 
Hemos de suplicar a nuestro Señor el amor y el temor; porque aquél nos hará correr por los caminos del Señor; éste nos hará mirar donde ponemos el pie."
 
San  PIO DE PIETRELCINA
 

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