jueves, 21 de diciembre de 2017

LAS MISIONES.


De estas regiones [India y Sri Lanka] no sé escri­biros nada más si no es esto: son tan grandes las consolaciones comunicadas por Dios nuestro Señor a los que van por entre los paganos para convertir­los a la fe en Cristo, que si hay algún gozo en esta vida es este, ciertamente. A menudo me ocurre oír decir a alguno que está entre estos cristianos: «¡Señor, no me deis tantas consolaciones en esta vida! Pero, puesto que en vuestra bondad y misericordia infi­nitas me las dais, ¡llevadme a vuestra santa gloria! ¡Tanta es la pena que se tiene de vivir sin veros, una vez que os habéis manifestado así a vuestra criatura!»

¡Si los que buscan conocerlo a través del saber en los estudios se esforzaran tanto para buscarlo en estas consolaciones del apostolado, no pasarían día y noche buscando el saber! Si los gozos que busca un estu­diante en lo que aprende, los buscara haciendo sentir a su prójimo lo que le es necesario para conocer a Dios, cuánto más consolado y mejor preparado se encontraría para dar cuenta de sí mismo cuando Cristo volverá y le pidiera: «Dame cuenta de tu gestión». Acabo pidiendo a Dios nuestro Señor que nos reúna en su santa gloria. Y para obtenernos este beneficio, tomemos por intercedoras y abogadas todas las almas santas de las regio­nes en que me encuentro. A todas estas santas almas, les pido que obtengan de Dios nuestro Señor la gracia de sentir en lo íntimo de nuestras almas su santísima voluntad y cumplirla perfectamente.

San Francisco Javier
 Jesuíta español del grupo de primeros compañeros de san Ignacio de Loyola. Evangelizador de la India y el Japón.
Patrono de la misiones (1506-1552).

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