lunes, 20 de enero de 2014

LOS AGOBIOS Y LA PALABRA.

 .
La vida nos agobia, añoramos cansados un remanso de silencio, de quietud, de autenticidad, de alivio. Nos gusta recrearnos en Dios, dejarnos caer en sus brazos para recuperar nuevas fuerzas y continuar viviendo. Pero no lo buscamos donde Él nos espera, donde lo tenemos a nuestro alcance: en su Hijo, que es su Palabra. Buscamos a Dios porque nos gustaría hacerle mil preguntas sin cuya solución creemos imposible continuar viviendo; le abrumamos con problemas, exigimos informaciones, claves, facilidades y olvidamos que su Palabra ha resuelto todas las cuestiones, ha dado toda la información, ha dicho cuanto en esta vida podemos nosotros comprender. No atendemos a lo que Dios habla, no miramos allí donde la Palabra de Dios se ha revelado tan singular y pensamos que hace tanto tiempo que se proclamó la Palabra de Dios en la tierra que está gastada, que hace falta una nueva, que tenemos derecho a exigir otra. Y no nos percatamos de que somos nosotros los gastados, los alejados, mientras que la Palabra perdura con la misma vida y con la misma lozanía primordial, para nosotros como para los de antes y después. Cerca de ti está la palabra: en tu boca y en tu corazón
 Hans URS VON BALTHASAR


No hay comentarios:

Publicar un comentario