jueves, 15 de febrero de 2018

NAZARET.


Desde Nazaret se descubre que la casa y la familia son una Iglesia y que se tiene en cuenta la responsabilidad sacerdotal del cabeza de familia. En la «Galilea de los paganos», Jesús recibe una educación judía; sin ir a la escuela, aprende en casa a conocer la Escritura... Las breves y escasas alusiones de Lucas son suficientes para darnos una idea del espíritu de responsabilidad y de apertura, de fervor y rectitud, que caracterizaba a esta comunidad y que hicieron de ella una realización del verdadero Israel. Pero es sobre todo en el actuar de Jesús, que conoce las Escrituras y las tradiciones rabí-nicas con la misma seguridad que un maestro, donde reconocemos en qué manera la vida común que se llevó en Nazaret fue fructífera para aprender todo ello. Y todo esto ¿no nos concierne acaso a nosotros, que vivimos en una época en la que la mayor parte de los cristianos se ven forzados a vivir en una «Galilea de los paganos»?

Nazaret tiene un mensaje permanente para la Iglesia. La Nueva Alianza no tiene su comienzo en el Templo, ni sobre el Monte Santo, sino en la pequeña habitación de la Virgen, en la casa del trabajador, en un lugar olvi­dado de la «Galilea de los paganos», de la que nadie esperaba nada bueno. No es sino a partir de ahí que la Iglesia podrá comenzar de nuevo y sanar.

JOSEPH RATZINGER

Teólogo alemán del siglo XX, perito en el Concilio Vaticano II.

Papa emérito Benedicto XVI.

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