viernes, 29 de agosto de 2014

RUT, LA FIDELIDAD.


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Los libros bíblicos tienen como tema principal las relaciones de Israel con Yahvé, su fidelidad o su infidelidad a la Palabra de Dios. La historia de la salvación nos presenta a Rut, una muchacha que vivía en los campos de Moab. Hasta allí llega el matrimonio de Elimelec y Noemí. Sus dos hijos tomaron mujeres moabitas: Orfá y Rut (cuyo nombre en hebreo significa “la compañera”). Murió toda la familia, menos Noemí y sus dos nueras. Entonces Noemí decide regresar a su tierra donde ya no hay escasez. Ordá decide quedarse y Rut insiste a su suegra para que le permita acompañarla. Noemí y Rut son modelos de suegra y nuera. La fidelidad de Rut a su marido y su familia llega al extremo de abandonar su pueblo y sus dioses para aceptar los de su esposo fallecido.

Rut acompaña a Noemí, la cuida con generosidad y responsabilidad como si se tratase de su madre. Noemí también cuida de Rut y diseña el matrimonio de Rut con su pariente Booz. Rut obedeciendo a su suegra recibe satisfecha una nueva familia, un nuevo esposo. Por eso Rut es recompensada por la fidelidad de Dios.: llegará a ser la abuela del rey David.

La palabra fidelidad inquieta a muchos porque requiere amor, respeto, perseverancia, lealtad, compromiso. Muchos tienen experiencia de este valor en el noviazgo y en el matrimonio, así como en la amistad. Muchos otros conocen el lado negativo: la infidelidad. En todo ello, lo más importante es la relación con Dios porque solo a través de él se puede ser fiel, puesto que siempre él es fiel.

Como Rut, ¿aceptamos al otro en una donación total? ¿Somos verdaderamente fieles y perseverantes en nuestras relaciones personales? ¿Experimentamos en nuestras vidas la renuncia que nos lleva a la auténtica humildad y al amor reciproco? ¿Sabemos acompañar a quienes más nos necesitan?

Pero… pero, en las sociedades modernas se facilita la ruptura del matrimonio sin haber buscado otros medios para no llegar a ello. Muchos cristianos solicitan el divorcio exprés, o tienen un modelo de matrimonio “tan formal” que cada uno tiene su propio espacio intocable que nada tiene que ver con los valores que constituyen la institución familiar.

Dios permanece fiel desde siempre. En los momentos difíciles, cuando la desesperanza es grande, llegamos a dudar de la presencia de Dios en nuestras vidas. Él permanece fiel en nuestras pruebas y no permite que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas. Viene en nuestro auxilio para superar los obstáculos. Pero tenemos que pedírselo y saber escuchar y dejarse llevar.

Xiskya VALLADARES.

 

1 comentario:

  1. Rut, la espigadora, se enamoró de Booz, un hombre muy rico, se casaron y tuvieron un hijo, Obed, el abuelo del rey David, ascendiente del Mesías. El libro de Rut es entretenido. No es nada especial; el argumento es sencillo; parece que tiene la finalidad de mostrar el árbol genealógico del Mesías; un libro costumbrista que pudiera ser un apéndice del libro de los Jueces.

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