domingo, 11 de agosto de 2013

IGLESIA, CRISTO, MARÍA.


 

La Iglesia toma la figura de Cuerpo místico de Cristo. Este Cuerpo es un cuerpo viviente y el espíritu que lo anima es el espíritu de Cristo, el cual, partiendo de la cabeza, se desliza hacia todos los miembros; el espíritu que emana de Cristo es el Espíritu Santo, y la Iglesia es, pues, el templo del Espíritu. Pero a pesar de la real unión orgánica de la cabeza y del cuerpo, la Iglesia se mantiene al lado de Cristo como una persona independiente. Y como Hijo del Padre eterno, Cristo vivía ya antes  del principio de los tiempos y antes de que viviera la humanidad. Por el acto de la creación, la humanidad vivía ya antes de que Cristo tomara su naturaleza y fuera integrado a ella. Por su encarnación le trae la vida divina. Por su obra de redención, la ha hecho capaz de recibir la gracia.

La célula primitiva de esta humanidad rescatada es María: en ella, por primera vez tiene lugar la purificación y la santificación a través de Cristo; ella es la primera que ha quedado llena del Espíritu Santo. Antes de que el Hijo de Dios naciera de la Virgen santa, creó a esta Virgen llena de gracia y, con ella, a la Iglesia. Y por eso siendo una criatura distinta de él, se mantiene a su lado, aunque indisolublemente unida a él. Toda alma purificada por el bautismo y elevada al estado de gracia es, por esto mismo, creada por Cristo y nacida para Cristo. Pero es creada en la Iglesia y nace por la Iglesia. Por esto, la Iglesia es la madre de todos aquellos a quienes está destinada la redención. Lo es por su unión íntima con Cristo y porque se mantiene a su lado en calidad de Sponsa Cristi, esposa de Cristo, para colaborar en su obra de redención.

 

Santa TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (Edith Stein).
(1891-1942

1 comentario:

  1. Querida Amiga, tenemos que poner nuestros ojos en la Tradición a fin de no caer en una práctica protestante de la Iglesia .Sin Sacramento del Orden y sin episcopado, sí, podemos reunirnos como creyentes, como Pueblo de Dios; pero sin Eucaristía no podemos conseguir la plenitud esencial que nos da la recepción del Cuerpo de Cristo que se realiza por la Eucaristía y en la Eucaristía.Toda la Iglesia es apostólica. Todos los bautizados están llamados al apostolado.Desde el punto de vista escatológico, la "apostolicidad"se refiere a la continuidad entre el Alfa y la Omega: Cristo como principio de todo, que hizo todo por nosotros, con Cristo"plenificado,todo en todos" (Ef 1,23), porque todo viene del Cristo encarnado, muerto y resucitado, y todo está ordenado a "construir el hombre perfecto, en la fuerza de la edad,que realiza la plenitud de Cristo".

    Yo creo que la Iglesia, toda la Iglesia,por fidelidad a su Bautismo, debe vivir en Cristo, unida íntimamente a Cristo, no al lado "en calidad de Sponsa Cristi",sino, íntimamente unida a Él, por amor y, el lugar de toda la Iglesia, debe ser el propio Corazón de Cristo ¡qué bien se lo ha ganado!.

    Chantal, yo como un sarmiento, me uno a Él para estar más frondosa,.Ja. ja ja .Besos.

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